Lleida, la Seu hecha de vino

Descubre la importancia histórica del mundo del vino en la DO Costers del Segre

La Denominación de Origen Costers del Segre es un mosaico formado por siete territorios, repartidos a lo largo de toda la cuenca del río Segre y del Pirineo leridano, con el objetivo de agrupar y dotar de entidad propia a la vitivinicultura de la provincia de Lérida.

Empezaremos con una visita a la bodega la Gravera, una bodega con viñedos ancestrales, suelos de arcilla y yeso, y una larga sierra que protege su tierra. Aquí haremos la visita más histórica, donde podremos visitar el museo vivo, «El Vinyet», de 133 años y con 24 variedades de uva históricas de la zona, con vistas al Monasterio de les Avellanes. A todo ello se suma la visita principal a la viña ya la bodega y finalmente la cata de 3 de sus vinos icónicos: La Piel blanco y claro de la parcela «El Vinyet», y el tinte de «Les Pedrisses», su propio aceite y algo que picar con productos de proximidad para acompañar la cata.

Seguidamente, nos dirigiremos al Parador de Lleida, que se encuentra a escasos metros de la calle Major, en el centro histórico de la ciudad, donde nos alojaremos con un régimen de media pensión. El Parador está ubicado en un antiguo convento del siglo XVII, las habitaciones se distribuyen en torno a un precioso claustro central de tres pisos que da acceso a la iglesia, que ha sido convertida en restaurante. La cocina catalana interior se manifiesta con toda su expresión con materias primas locales de calidad, recetas tradicionales actualizadas, unidas a un excelente servicio.

Finalmente, haremos una visita exclusiva con guía privado a la Seu Vella de Lleida, donde intentaremos descubrir cómo la Seu Vella está hecha de vino. Localizaremos los pámpolos, sarmientos, uvas, escenas de vendimia y un largo etc. de motivos vinícolas que aparecen representados en la escultura de la catedral. La omnipresencia del vino a escala artística, evidencia lo importante que fue la cultura del vino en la edad media, tanto en el ámbito religioso como económico, ya que sin los impuestos que gravaban el vino no se hubiera podido construir la Seu Vella. Terminaremos esta visita con una cata de vinos de la Gravera en el Parador.